“La civilización occidental y cristiana” de León Ferrari
Bajo ese nombre, en 1965 el artista plasmó su crítica hacia la sociedad occidental cristiana con una reflexión crítica sobre la Guerra de Vietnam (1965). Para ello usó la imagen del Cristo pero esta vez clavándolo en un avión caza.


A nivel metafórico creo que pocas cosas muestran mejor el hecho de cómo una sociedad mayoritariamente cristiana, que se declara «profundamente religiosa» y cuyas iglesias se dedican a apoyar ejércitos muestran tanta filia por la guerra y las armas.
La escultura, que ganó el León de Oro en la Bienal de Venecia en 2007, por supuesto molestó a los ofendiditos de siempre. Así, el que ahora es papa (el argentino Jorge Bergoglio, alias Francisco I), en 2004, cuando no lo era, dijo que la obra era una blasfemia.
El belén de dulces erótico que los cristofascistas denunciaron
Este año tuvimos que ver, de nuevo, como la asociación de meapilas que se autodenomina «Abogados Cristianos» (AACC) se dedicaba a hacer lo único que sabe hacer: reprimir la libertad de expresión intentando censurar todo lo que ellos consideran les pertenece (como si tuvieran los derechos de autor) bajo la excusa falaz de que les «hieren sus sentimientos religiosos». Solo que esta vez, cómo no, a ellosse les sumaban los hereredos ideológicos del fascismo franquista (otra ideología católica conocida por su censura y represión a los DDHH y libertades. La víctima, esta vez, era una tienda de gofres con forma erótica ‘La Verguería’, ubicada en la céntrica calle Cuna. A esta tienda a finales de año (2021) se le ocurrió con motivo de las navidades exponer en su escaparate un «Belén». Uno, como podrán imaginar, hecho usando la temática de su tienda. O sea, hecho con dulces con forma sexual.
Esto, por supuesto, no les gusto a los cristofascistas de El Yunque (sí, tanto VOX como AACC están ligados a la secta paramilitar), así que por supuesto lo denunciaron. Los que se dedican a meter odio criminalizando a migrantes solo por serlo, aunque sea menores, creando bulos justificaron su denuncia irónicamente en que creen «en el auténtico respeto y la convivencia».
Les encanta anunciar en autobuses y carteles que «los niños tienen pene y las niñas vagina» (si es para criticar y discriminar a colectivos LGTBIQ+) pero no que sea vean, ni aun en forma de dulce navideño.
Para desgracia del cristofascismo, la denuncia fue finalmente archivada.